El Universo a grandes rasgos: Eclipse parcial lunar

 

Eclipse parcial lunar

Cuando los medios informan sobre un fenómeno astronómico, la mayoría de la gente se queda con la fecha para no olvidar mirar al cielo, por mucho que sepamos que dicho fenómeno solo será visible en algunos puntos del mundo que no incluye el nuestro. Por lo menos, yo lo hago; no sea que se me escape la oportunidad de ver algo que solo ocurra una vez cada cien años.

Diría que los fenómenos astronómicos tienen la capacidad de hipnotizarnos y, por ende, de callar a casi el mundo entero. Y es que muchas veces, dichos fenómenos suelen ir acompañados de pensamientos silenciosos que llevan al individuo hacia su introspección y es en esos momentos cuando reina el silencio. Son momentos íntimos, al fin y al cabo; muy íntimos. 

En esta era, donde la contaminación lumínica se ha convertido en algo normal en nuestro día a día, es importante apreciar la luz que proyectan los diferentes astros y el universo en su totalidad. No es de extrañar que cuando ocurren fenómenos astronómicos como la lluvia de estrellas de San Lorenzo, en verano, la gente pase la noche entre sacos y mantas en sitios donde apenas haya contaminación lumínica. Al fin y al cabo, estos fenómenos naturales se disfrutan más sin ningún estímulo que interfiera en nuestro estado hipnótico.

Pasa lo mismo cuando hay un eclipse; tanto si es solar, como si es lunar. Miramos al cielo con la esperanza de poder ver el eclipse, y en el caso de que lo consigamos, nos quedamos embobados mirando el cielo y nos olvidamos aunque sea por un mínimo instante de todo lo que tenemos en la cabeza. Miramos y admiramos el fenómeno astronómico, queriendo guardar el instante entre nuestros recuerdos más preciados. Más aún, si dicho fenómeno ocurre muy pocas veces; queremos sentir el privilegio que se nos brinda por disfrutar del evento.

Concretamente, el 19 de noviembre de este año tuvo lugar un eclipse parcial lunar. Este tipo de fenómenos nos son especialmente escasos, pero la peculiaridad del eclipse de este año se debe a su duración: duró 3 horas y 28 minutos, siendo el eclipse parcial más largo de los últimos 580 años. 

El eclipse parcial lunar es un fenómeno en el que la Tierra se coloca entre el Sol y la Luna, por lo que la sombra de la Tierra oculta parte de la Luna. Este año, la Tierra cubrió el 97% de la superficie lunar y las imágenes demuestran que fue un espectáculo digno de ver: la Luna perdió su palidez para vestirse de un color rojizo. Por desgracia, el evento no se pudo ver en todas las partes del mundo, aunque sí fue visible en el continente americano, norte de Europa, este de Asia y región Asia-Pacífico y norte de Europa y Australia, siempre y cuando el cielo no estuviera cubierto de nubes. 

Imagen obtenida de: Eclipse parcial de Luna: así se vio el fenómeno más largo en casi 600 años - BBC News Mundo

No hace falta recalcar que la elegancia con la que la Luna nos ilumina es un fenómeno para admirar y, todavía más, cuando ocurren estos fenómenos astronómicos. Sin embargo, por suerte o por desgracia, dichos eventos no ocurren todos los días. En parte es una pena, ya que puede que si no tenemos la oportunidad de verlos en los días señalados no tengamos la suerte de poder verlos nunca, pero por otra parte, el hecho de que estos fenómenos ocurran tan pocas veces aumenta más nuestra ilusión. Y eso sí que es un evento que hay que disfrutar al máximo.  

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