Matemáticas de la vida cotidiana: Redacción artículo

 

Hace poco más de un año, la palabra “pandemia” se convirtió en una de las palabras más utilizadas en nuestra vida diaria, ya que en junio del 2009 se declaró la pandemia de gripe A (H1N1), originada por una variante del virus Influenza A. Los primeros casos fueron detectados en México, pero fue extendiéndose por todo el mundo, siendo España el primer país de la Unión Europea en la que se detectó un caso de esta gripe. Fue la primera pandemia de gripe en más de 40 años, por lo que causó mucho interés a nivel mundial.

Desde el primer momento, distintos grupos y laboratorios de todo el mundo empezaron a definir las características del nuevo virus con la ayuda de los datos procedentes de México. Particularmente, la estimación rápida del número reproductivo básico (más conocido como R0) del virus fue una de esas características, la cual es un parámetro (y no constante) que define la velocidad con la que se propaga una enfermedad en una población específica. El valor de R0 de la pandemia de gripe A ha sido de 1.7, lo que significa que una persona infectada era capaz de infectar entre 1 y 2 personas adicionales. Aun así, a finales del año pasado el número de personas infectadas empezó a disminuir considerablemente, coincidiendo con la repartición de las dosis de la vacuna creada a más de 16 países.

Aunque la pandemia ha tenido una amplia distribución (entre el 11 y 21 % de la población mundial infectada, es decir, entre 0.7 y 1.4 billones de personas), no ha tenido una mortalidad muy alta (entre 150.000 y 575.000 víctimas), por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la ha clasificado dentro del grupo más leve en el índice de la gravedad pandémica (PSI, por sus siglas en inglés). Y hoy, 10 de agosto del 2010, podemos decir que la pandemia es cosa del pasado, ya que la OMS ha anunciado el fin de la pandemia.

Sé que las pandemias aparecen de repente, de un día para otro, llegando a poner patas arriba lo que hasta el momento se conoce como normalidad sin que nosotros podamos controlarlo. Es por eso que lo único que deseo es que la próxima pandemia tarde años en llegar, décadas incluso siglos a poder ser, ya que a día de hoy la palabra pandemia me produce terror.