Bioquímica de la vida cotidiana: Bebidas energéticas

 

Creo que nunca he bebido una bebida energética; por suerte, nunca me han llamado la atención. Y es que es sabido que este tipo de bebidas además de no ser beneficiosas, son perjudiciales para la salud, aunque el conocimiento sobre ello no influya demasiado en su ingesta.

Estoy segura de que la mayoría de las personas conoce a alguien que toma este tipo de bebidas, si no son ellos mismos los que las toman. Siempre han conseguido captar la atención de la ciudadanía; ¿quién no se acuerda del anuncio de Redbull, en el que se aseguraba que la bebida te daba alas? Sin embargo, Redbull no es la única marca de este tipo de bebidas, aunque sí se encuentra entre las más conocidas. Y es que junto con Redbull, entre las bebidas energéticas más populares se pueden encontrar Redbull, Monster y Burn.

Sabemos que estas bebidas tienen una cantidad considerable de azúcar, pero estoy casi segura de que la mayoría de nosotros no sabe la cantidad exacta. Si analizamos la cantidad de azúcar que contienen las latas de las marcas mencionadas, podemos observar que Redbull contiene 11 g de azúcar en un volumen de 100 ml, por lo que una lata de 250 ml contiene 27,5 g de azúcar. Una lata de 500 ml de Monster, por su parte, contiene 55 g de azúcar, siendo el valor equivalente a la lata de Redbull de 250 ml. Y si estos valores ya son alarmantes, ¡la cantidad de azúcar que contiene Burn en una de sus latas (500 ml) es de 75 g! No sé si somos conscientes de la cantidad que esto supone, pero equivalen a unos 15 sobres de azúcar. Terrorífico. Y más aún, sabiendo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no sobrepasar los 50 g de azúcar añadidos diarios.







Viendo estas cantidades, me he dado cuenta de que es esencial mirar la cantidad de azúcar que contienen las latas, en vez de su concentración. A veces no nos damos cuenta de toda la cantidad de azúcar (o cualquier otro nutriente) que contienen estas bebidas por fijarnos en la concentración (casi siempre en un volumen menor, de 100 ml, claro) y las tomamos como si fueran agua, sin pensar en el daño que nos estamos causando con su repetida ingesta. Me ha pasado hoy mismo: al principio no me he dado cuenta de que estaba mirando la cantidad de azúcar que hay en 100 ml de estas bebidas y aunque me han parecido cantidades considerables, mi reacción no ha tenido nada que ver con la reacción que he tenido al darme cuenta de la inmensa cantidad de azúcar que contiene cada lata de estas bebidas. Y nosotros, pasando por alto dicha información.

Sin embargo, una de las cosas que más me ha asustado es la cantidad de azúcar que contiene mi bebida favorita, la Coca Cola. No puedo decir que sea adicta a la Coca Cola, pero no puedo negar que es la bebida que más me gusta. Es por ello que me he asustado al ver la cantidad de azúcar que tiene: 35 g por cada lata de 330 ml, 10,6 g en 100 ml. ¡Casi la misma cantidad que contiene el Redbull! Siempre he sabido que la Coca Cola es bastante perjudicial para nuestra salud debido a su alta cantidad de azúcar, pero nunca me hubiera imaginado que dicha cantidad es la misma que la de Redbull. Y la verdad es que la culpa es mía, ya que nunca he querido mirar esta información; no quería sentirme culpable por beberme una Coca Cola.

Por otra parte, hay que recalcar que las bebidas energéticas también contienen cafeína. Concretamente, una lata de 250 ml de Redbull contiene 75 mg de cafeína, una lata de Monster de 500 ml contiene 145 mg (es decir, 72,5 mg en 250 ml) y, por último, una lata de 500 ml de Burn contiene 92 mg. Siendo esto así, se puede observar que las bebidas que menos cantidad de azúcar tienen, tienen más cantidad de cafeína.

Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), un joven de 13 años (peso = 47 kg), no debería de consumir más de 147 mg de cafeína al día, por lo que bebiendo una lata de 500 ml de estas bebidas llega al umbral. Y esto puede ser muy peligroso, ya que si sobrepasamos el umbral pueden aparecer síntomas como nerviosismo, inquietud, insomnio o, incluso, trastornos gastrointestinales.

Viendo todos estos valores, se puede decir que estas bebidas son una bomba para nuestro organismo. Y no solo las famosas bebidas energéticas, sino también los refrescos como la Coca Cola. Lo primero no me afecta; sin embargo, lo segundo sí, y mucho. Después de observar esto, no sé si volveré a beberme una Coca Cola tranquila, sin pensar en todo lo que estoy metiendo en el cuerpo. Tendré que encontrar otra bebida favorita que sea más sana; a ver si la encuentro algún día.

 

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